sábado, 12 de mayo de 2012

VI DOMINGO DE PASCUA - Ciclo B


Domingo 13 de mayo de 2012
VI DOMINGO DE PASCUA - Ciclo B

ENTRADA: Hermanos y hermanas sean todos, como siempre, bienvenidos y bienvenidas a nuestro festejo de la Resurrección y desde ya les deseamos felicidades a todas las madres en este su día. Este domingo reflexionaremos sobre como la amistad es una plena comunicación entre personas, una identificación total, una fusión entre un yo y un tu para formar un nosotros, realizado por el amor. Pero el amor en sentido cristiano no es sinónimo de un amor «rosado», sensual, placentero, dulzón y sensiblero del lenguaje cotidiano o posmoderno. El amor de Jesús no es el que busca su placer, su «sentir», o su felicidad sino el que busca la vida, la felicidad de aquellos a quienes amamos. Nada es más liberador que el amor; nada hace crecer tanto a los demás como el amor, nada es más fuerte que el amor. Esto se materializa en el amor de madre. Todos de pie para iniciar como hermanos que se aman esta celebración cantando con alegría.


PRIMERA LECTURA Hc 10, 25-26. 34-35. 44-48 (Don del Espíritu a no judíos)
Las puertas del judaísmo se abren, por primera vez, a los no judíos: todavía ni Pedro ni sus compañeros de comunidad, se llamaban «cristianos»... eran simplemente judíos conmovidos por la experiencia de Jesús. Y observaban todas las leyes del judaísmo. Pero Pedro da varios saltos hacia delante: deja de considerar profano o impuro a ninguna persona, a pesar de que se lo mandaba la ley y «cae en la cuenta» de que Dios no puede tener acepción de personas, ni de religiones, sino que acepta a quien practica la justicia, sea de la nación que sea. Escuchemos este salto tremendo que dio Pedro.

SEGUNDA LECTURA I Jn 4, 7-10 (Quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor)
El amor primero es el de Dios y sin adjetivos es de Dios. Porque somos amados por Dios hay una chispa de amor en nuestra vida. Escuchemos como Juan, en esta lectura, invita a toda la comunidad a vivir como hijos de Dios, haciendo lo mismo que hace Dios… amar.

EVANGELIO Jn 15, 9-17 (Nadie ama más que el que da la vida por sus amigos)
El amor es fruto de una unión, de «permanecer» unidos a aquel que es el amor verdadero. Y ese amor supone la exigencia -«mandamiento»- que nace del mismo amor, y por tanto es libre, de amar hasta el extremo, de ser capaces de dar la vida para engendrar más vida. El amor así entendido es siempre el «amor mayor», como el que condujo a Jesús a aceptar la muerte a que lo condenaban los violentos. A ese amor somos invitados este Evangelio: a amar «como» él movidos por una estrecha relación con el Padre y con el Hijo. Ese amor no tendrá la liviandad de la brisa, sino que permanecerá, como permanece la rama unida a la planta para dar fruto.. De pie para cantar el aleluya y escuchar la Palabra de Dios

OFERTORIO
Ofrezcamos ahora el pan y el vino símbolos del trabajo que realizamos en común, integrados, identificados en el amor, los verdaderos seguidores fieles de Cristo que continúan su labor salvífica.

COMUNION
La fusión del amor entre en mi yo y el Tú de Cristo es total en la comunión, acerquémonos a ella como hermanos para fortalecernos y seguir dando frutos de amor.

SALIDA
Que el mensaje de hoy no tenga la liviandad de la brisa, sino que permanezca, como permanece la rama unida a la planta para dar fruto. Retornemos a nuestros hogares viviendo el encuentro profundo con el Señor de manera que, por amor a Él, seamos capaces de dar frutos de amor con todo aquel que acepta y practica la justicia. Feliz día de la madre a todas las madres que viven ese amor!!!

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