sábado, 5 de mayo de 2012

IV DOMINGO DE PASCUA - Ciclo B




Domingo 29 de abril de 2012
IV DOMINGO DE PASCUA - Ciclo B

ENTRADA: Bienvenidos y bienvenidas a este cuarto domingo de Pascua en el que, año tras año, recordamos que Jesús es nuestro Pastor, el que nos conduce a la plenitud de vida, el que nos conoce y ama, a cada uno, personalmente, por nuestro nombre, que tiene un amoroso encuentro existencial con cada uno de nosotros. Una Iglesia formada por cristianos que se relacionan con un Jesús mal conocido, confesado solo de manera doctrinal, un Jesús lejano cuya voz no se escucha bien en las comunidades..., corre el riesgo de olvidar a su Pastor y no vivir su bautismo desde el que cada uno es a su vez pastor. Agradecidos a Cristo, nuestro Buen Pastor, por el inmenso amor que nos tiene, y queriendo tener con el Pastor Resucitado un auténtico encuentro existencial en esta celebración, empecemos a hacerlo alabándolo como comunidad, abriendo nuestro corazón a ese amor, preparándonos para el encuentro que no lleve a vivir el bautismo que renovamos en esta Pascua. Póngase de pie mientras cantamos.


PRIMERA LECTURA Primera lectura: Hc 4, 8-12 (Ningún otro puede salvar)
Pedro proclama como sólo del encuentro existencial con el rechazado por los importantes de su tiempo es como ahora encontramos nuestra plena salud. Escuchemos también nosotros a Pedro.

SEGUNDA LECTURA Segunda lectura: I Jn 3, 1-2 (Veremos a Dios tal cual es)
Para Juan la relación del Padre con las ovejas-pueblo es una relación personal y recíproca de conocimiento profundo e íntimo Conocerlo significa experimentar su amor e identificarse plenamente con su persona y actividad, basada en la comunidad de Espíritu, que crea la unidad de designio y de propósito, hasta verle “tal cual es”.  Pongamos atención a la carta de San Juan.

EVANGELIO Jn 10, 11-18 (El buen pastor da la vida por sus ovejas)
La figura de Jesús buen pastor se convirtió muy pronto en la imagen más querida de Jesús porque refleja que está siempre atento a las más débiles o enfermas, no parece preocuparse de sí mismo. siempre se le ve pensando en los demás, su amor al pueblo no tiene límites, ama a los demás más que a sí mismo. En todo esto radica su poder. Cantemos con alegría el aleluya al buen Pastor y escuchemos su mensaje.

OFERTORIO
Como Buen Pastor, Jesús nos ofreció su vida entera, y ahora nosotros, queriendo vivir nuestro bautismo que nos hizo pastores, ofrezcamos también nuestra vida a Él en este momento y manifestémoslo cantando.

COMUNION
Es esencial el encuentro existencial con el Buen Pastor, acerquémonos a Él en este momento para tomar fuerza que nos anime a testimoniar su amor, como pastores que somos a semejanza suya.

SALIDA
Al terminar nuestra celebración de la Eucaristía salgamos con alegría de este encuentro personal con el Resucitado, dejémonos guiar por este Buen Pastor  esta semana y testimoniemos esa misma actitud en nuestras vidas de pastores que somos desde el bautismo.

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