Domingo 8 de julio de 2012
XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
- Ciclo B
ENTRADA: Vamos a celebrar de nuevo la presencia de Dios en medio de
nosotros. Nos gusta reconocerla aquí, en el templo, pero nos cuesta hacerlo en
la vida diaria. Sin embargo la
novedad de Dios siempre está más allá de lo conocido, siempre más allá de lo
aparentemente "sabido"; el "Dios siempre mayor"
desconcierta, y esto lleva a que falte la fe si no estamos abiertos a la
gratuidad y a la eterna novedad de Dios, a su cercanía. Cuesta mucho reconocer
en quien es visto como “uno de nosotros” a uno que Dios ha elegido y enviado, uno
al que conocemos aunque no lo re-conocemos. Dispongámonos pues a reconocerle en
medio de nosotros en esta celebración. Iniciémosla de pie y cantando con
alegría.
PRIMERA LECTURA Ez
2,2-5: (Sabrán que hubo un profeta en medio de ellos)
Como pasó con Monseñor Romero, el pueblo puede
cerrarse al mensaje del profeta, pero no puede negar que éste existe en medio
de ellos. Escuchemos la lectura de Ezequiel.
SALMO Salmo
122 (Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia)
Con el
salmo 122 pidamos misericordia al Señor por nuestra cerrazón a su Palabra
repitiendo Ten piedad de nosotros, ten piedad.
SEGUNDA LECTURA 2
Cor 12,7b-10 (Presumo de mis debilidades)
El pensamiento de Dios no es
el nuestro, siempre desconcierta: aún nuestra debilidad es ocasión para que se
manifieste el poder del Resucitado. Pongamos atención al Mensaje de Pablo.
EVANGELIO Mc
6,1-6 (No desprecian a un profeta más que en su tierra)
El rechazo de Jesús en su pueblo de Nazaret era muy comentado entre los
primeros cristianos, los que habían vivido con Él, como nosotros que hemos
estado en la Iglesia desde niños, se
cree que se sabe todo de Jesús. Se tiene una idea de Él desde niños. En lugar
de acogerlo tal como se presenta, hay un bloqueo por la imagen que tienen de Él.
Esa imagen impide abrirse al misterio que se encierra en Jesús. Hay una resistencia a descubrir en Él la
cercanía de Dios. Esta imagen condiciona nuestra forma de vivir la fe,
más cuando su Palabra puede romper nuestra
tranquilidad. Abrámonos a su novedad escuchando activamente este trozo
de Marcos.
OFERTORIO Ofrezcamos al Señor hoy nuestras
debilidades, nuestros corazones y nuestras mentes cerradas a su Él, nuestra
imágenes prefabricadas de Él,
para que las transforme en instrumentos útiles para continuar su misión de
salvación de este mundo.
COMUNION La comunión a la que nos acercamos ahora es
identificarnos plenamente con el verdadero Jesús, el que nos saca de nuestra
indiferencia, no con las falsas imágenes que de Él nos hemos hecho.
Acerquémonos pues a Él con nuestras debilidades y nuestra apertura total a su
novedad.
SALIDA Como Ezequiel, retornamos ahora a un mundo que se
cierra a la Palabra, pero vamos a insertarnos en él en un doble dimensión:
sabiendo que es el Señor quien desde nuestro bautismo nos ha ungido como
profetas y que vamos a descubrirle en las personas y acontecimientos que nos
envuelven día a día. Vamos a realizar esta misión con alegría.
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