martes, 12 de marzo de 2019

II DOMINGO DE CUARESMA – CICLO C 17 de marzo de 2019


II DOMINGO DE CUARESMA – CICLO C
17 de marzo de 2019

ENTRADA: Estamos reunidos en este segundo Domingo de Cuaresma y continuamos nuestro camino de apertura a la gracia del Padre que actúa en nosotros, en especial en este tiempo cuaresmal, para nuestra resurrección, nuestro nuevo nacimiento en la Pascua. Después de nuestra decisión de vencer las tentaciones, que realizamos el domingo pasado, renovemos hoy nuestra Alianza con Él, poniendo toda nuestra Fe en su palabra y promesas, por increíbles que nos parezcan, de esa fe y ese amor en él, partirá nuestro renacimiento a una nueva vida en la pascua. De pie, por favor, y entonemos el canto para iniciar con alegría nuestra renovación de la Alianza.

PRIMERA LECTURA Génesis 15,5-12.17-18: Dios hace alianza con Abrahán
Dios hace promesas casi increíbles a Abraham, pero éste pone toda su fe en Dios y por eso Dios puede renovar con él su Alianza. Con la misma Fe de Abraham escuchemos la Palabra de Dios.

SALMO Salmo 26: El Señor es mi luz y mi salvación
Ratifiquemos con una Fe firme como la de Abraham, la Palabra que hemos escuchado, diciendo: El Señor es mi luz y mi salvación.

SEGUNDA LECTURA Filipenses 3,20–4,1: Cristo nos transformará
Pablo les pedirá a los Filipenses una perfecta coherencia de vida, como la que él mismo vive, sin temor a la cruz y con la esperanza puesta en las promesas del Señor. Escuchemos poniéndonos en lugar de los Filipenses, acogiendo las enseñanzas de Pablo.

EVANGELIO Lucas 9,28b-36: Este es mi Hijo, el escogido, escúchenlo
El monte, el lugar de la oración y el encuentro con Dios; la nube, el signo de la presencia de Dios; y la clave del trozo evangélico: una voz que dice Escúchenlo”. Para estar cerca de Jesús no es necesario armar tiendas, sino escucharlo, vivir de su palabra. Con esta actitud, pues, pónganse de pie y prestemos la máxima atención a la Palabra.
OFERTORIO
Estamos ofreciendo el pan y el vino y poniéndolos frente a frente. Ellos serán Cristo, la ofrenda grata al Padre a través de la cual pasará el Espíritu del Señor para renovar así su Alianza con nosotros. Preparémonos para ser dignos de renovar esa Alianza por Cristo, con Él y en Él.

COMUNION
Como los apóstoles, dirijámonos a interiorizar plenamente con Jesús, a sentirlo plenamente como el Hijo de Dios que nos envuelve, como lo hicieron los apóstoles en la Transfiguración, y renovemos nuestra Alianza con Él con toda la fe y decisión, para renacer a una vida nueva con Él.

SALIDA
Habiendo renovado la alianza con el Padre, vamos a vivir nuestra vida con total coherencia, como nos aconsejó Pablo, por un Fe profunda en la Palabra que hemos escuchado, caminando hacia nuestra resurrección en la Pascua.


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