II DOMINGO DE CUARESMA – CICLO C
17 de marzo de 2019
ENTRADA:
Estamos reunidos en este segundo Domingo de Cuaresma y continuamos nuestro
camino de apertura a la gracia del Padre que actúa en nosotros, en especial en
este tiempo cuaresmal, para nuestra resurrección, nuestro nuevo nacimiento en
la Pascua. Después de nuestra decisión de vencer las tentaciones, que
realizamos el domingo pasado, renovemos hoy nuestra Alianza con Él, poniendo
toda nuestra Fe en su palabra y promesas, por increíbles que nos parezcan, de
esa fe y ese amor en él, partirá nuestro renacimiento a una nueva vida en la
pascua. De pie, por favor, y entonemos el canto para iniciar con alegría
nuestra renovación de la Alianza.
PRIMERA
LECTURA Génesis 15,5-12.17-18: Dios hace alianza con Abrahán
Dios
hace promesas casi increíbles a Abraham, pero éste pone toda su fe en Dios y
por eso Dios puede renovar con él su Alianza. Con la misma Fe de Abraham escuchemos
la Palabra de Dios.
SALMO Salmo 26: El Señor es mi luz y mi salvación
Ratifiquemos
con una Fe firme como la de Abraham, la Palabra que hemos escuchado, diciendo: El
Señor es mi luz y mi salvación.
SEGUNDA LECTURA Filipenses 3,20–4,1: Cristo nos
transformará
Pablo
les pedirá a los Filipenses una perfecta coherencia de vida, como la que él
mismo vive, sin temor a la cruz y con la esperanza puesta en las promesas del
Señor. Escuchemos poniéndonos en lugar de los Filipenses, acogiendo las
enseñanzas de Pablo.
EVANGELIO Lucas 9,28b-36: Este es mi Hijo, el escogido, escúchenlo
El monte, el lugar de la oración
y el encuentro con Dios; la nube, el signo de la presencia de Dios; y la clave
del trozo evangélico: una voz que dice
“Escúchenlo”. Para estar cerca de Jesús no es necesario armar
tiendas, sino escucharlo, vivir de su palabra. Con esta actitud, pues, pónganse
de pie y prestemos la máxima atención
a la Palabra.
OFERTORIO
Estamos
ofreciendo el pan y el vino y poniéndolos frente a frente. Ellos serán Cristo,
la ofrenda grata al Padre a través de la cual pasará el Espíritu del Señor para
renovar así su Alianza con nosotros. Preparémonos para ser dignos de renovar
esa Alianza por Cristo, con Él y en Él.
COMUNION
Como
los apóstoles, dirijámonos a interiorizar plenamente con Jesús, a sentirlo
plenamente como el Hijo de Dios que nos envuelve, como lo hicieron los
apóstoles en la Transfiguración, y renovemos nuestra Alianza con Él con toda la
fe y decisión, para renacer a una vida nueva con Él.
SALIDA
Habiendo
renovado la alianza con el Padre, vamos a vivir nuestra vida con total
coherencia, como nos aconsejó Pablo, por un Fe profunda en la Palabra que hemos
escuchado, caminando hacia nuestra resurrección en la Pascua.
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